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Por qué escribir un blog en 2022

Llevo algunas semanas queriendo escribir esta nota. Empecé la semana pasada y hace un rato borré una docena de párrafos porque le dedicaba demasiada atención a todas las ventajas que supuso tener un blog en los inicios de mi carrera, pero es que todo ha cambiado y lo que yo quiero es centrarme en por qué ahora puede ser bueno para mi tener un blog en 2022.

Si de este ejercicio personal consigo sacar una nota que os motive a hacerlo lo mismo, estaré alineado con uno de los propósitos de este blog, pero ahora mismo estoy intentando materializar en palabras este «no se lo que estoy haciendo» y esta más cerca de un «estas son las cosas que espero lograr».


Escribir bien es un superpoder

Para tener este superpoder no hace falta ser hijo de Odín ni que te pique una araña radioactiva. Hace falta constancia y mucha práctica. Al menos eso es lo que tengo entendido y es lo que he visto siguiendo la trayectoria de algunos amigos.

Es el poder de transferir tus ideas a las cabezas de otras personas, una especie de telepatía unidireccional. Aparte te permite capturar un pensamiento para protegerlo del paso del tiempo.

Es también un ejercicio intelectual de primer nivel. Lo veo como el CrossFit de la mente y le quitamos valor una vez que conseguimos hacerlo con naturalidad, pero para que esta combinación de glifos se convierta en algo de provecho, hace falta concentrarse (lo que más me cuesta), aterrizar las ideas, ver cuales se estrellan, ver qué cosas no te crees y finalmente escoger las mejores palabras para componer un párrafo.

Al escribir sometemos a un control más riguroso a las ideas que, en otras circunstancias, verborrearíamos sin pudor. También es más difícil auto-engañarse.

En ocasiones podemos ser conscientes de si realmente está madura una idea en función de lo fácil que nos resulte escribir al respecto.

Yo le veo todo ventajas y ni siquiera me ha hecho falta hablar del momento en el que vivimos, en el que la comunicación asíncrona pasa a tener más relevancia que nunca en nuestra historia.

Escribir bien es el poder que casi todos podríamos tener, y ahora, en uno de los mejores momentos de la historia para usarlo.


Escasez de oferta

Hay una cantidad inmensa de podcasts que seguir y hay un número sano de newsletters al que nos podemos suscribir.

Y sin embargo, hay pocos blogs.

Ya sé, en realidad hay tropecientosmil, pero están escritos para google, o son las nuevas revistas (un xataka por ejemplo), o forman parte de una estrategia de contenidos, pero blogs que te permitan conocer los pensamientos de otras personas, en castellano, no hay muchos.

Porque los blogs empezaron siendo eso, un espacio de comunicación personal, una forma de expresarse libremente en Internet. Empezó siendo un formato pero destacaron los contenidos y fueron tiempos en que pocas cosas molaban más que tener un buen blog.

Ahora la palabra blog está sobreexplotada, se abusó y se trato de inferir todo lo positivo que tuvo y a día de hoy un blog suele ser un cementerio de notas breves y desalmadas que intentan cumplir algún objetivo de marketing.

Todo lo anterior para decir que creo que es un buen momento para tener un blog. Los vinilos resurgieron cuando parecían condenados a extinguirse y creo lo mismo pasará con los blogs y sospecho que por razones similares.


Formato amable

¡Pero Walter!, ¿por qué mejor no lanzas una newsletter?

Os imagino a casi todos pensando en eso

Creo que el blog es el formato más amable para aquellos que queremos disfrutar al máximo de escribir de forma pública. Si hay otros objetivos más específicos, probablemente haya formatos mejores o igualmente buenos.

Las newsletters me resultan más exigentes que los blogs. No solo la recurrencia y las fechas límites, pero en una newsletter es difícil evitar volcarse en satisfacer expectativas, estar condicionado pensando en los ratios de apertura y o preocuparse por si disgustamos a una parte de nuestros suscriptores.

Creo que la newsletter es el formato ideal para monetizar de forma directa el esfuerzo que implica producir un texto, puede ser también una forma muy útil de incrementar el alcance del texto, pero no le encuentro otras ventajas.

Ahora mismo no me apetece estar escribiendo un texto preocupado por si entrará en la carpeta de no deseados o si gmail me lo va etiquetar como promotions.

No me mal interpretéis. Creo que una newsletter es un reto mayor que un blog y es un reto que tal vez algún día acepte, pero no forma parte de mis intenciones.


Marca personal

Un blog puede ser una forma de empezar o de potenciarla, pero creo que el desarrollo de la marca personal debería ser un fruto que tal vez recojas, pero no un objetivo. Al menos ese es mi enfoque con este sitio.

Corremos si no el riesgo de condicionar mucho nuestra escritura. Por ejemplo: si hay suerte, a veces encuentras en LinkedIn textos fantásticos, pero lo normal es que todo lo que leemos tenga un tufo que delata las intenciones obvias del autor.

Sin embargo, si conseguimos que el lector reconozca que al ponernos a escribir nuestro objetivo ha sido siempre el de producir una nota decente, centrada en un tema, sin segundas, conseguiremos una atención que con otros textos nunca alcanzaremos.

Al lector experimentado le basta escanear un texto para saber si le estamos copypasteado un mensaje, si le estamos intentando vender algo, si hay segundas intenciones o si un párrafo se ha redactado de manera que optimice el posicionamiento en buscadores.

Ese mismo lector suele apreciar encontrarse con una palabras que sean solo eso, un recipiente de ideas, pensamientos o fantasias.

Esa interacción tan limpia puede dejar una huella más profunda que cualquier campaña que se nos ocurra orquestar.

No es fácil. Al compartir un texto nos exponemos, es un acto que nos obliga a estar vulnerables a lo que otros tengan que decir y son tiempos en los que opinar con firmeza puede despertar reacciones explosivas e inesperadas.

Espero que con todo lo que he relatado anteriormente ya tengáis ganas de escribir, porque con esto doy paso a recordarme otros aspectos negativos de tener un blog.


Lo malo

Estimo que por cada palabra que publico en esta nota he borrado al menos tres. Supongo que es una proporción que puedo mejorar con el tiempo, pero mientras tanto, escribir una nota como esta me toma de 4 a 6 horas, esta en concreto puede que incluso más.

Es un esfuerzo grande para algo que puede salir mal o no servir para nada.

Ni se me ocurre entrar en el aspecto visual del blog, puedes dedicarle una vida entera eso, y ahora tengo la certeza de que mantenerlo fresco es tanto más valioso.

Hay más libertad que en otros formatos respecto a la cadencia con la que conviene escribir, la ausencia de deadlines se agradece mucho, pero creo que si queremos construir algo requiere de una constancia que puede echar atrás a muchos.

Si uno tiene la inquietud de compartir escritos de forma muy esporádica, creo que hay formas mejores, puedes ser autor invitado en otras publicaciones o incluso elaborar un cuidado hilo en twitter.

En este nueva etapa no me he encontrado aún con los fantasmas habituales de quien se anima a compartir algo en Internet, no son necesariamente específicos de la escritura ni de los blogs.

Las experiencias negativas con otras personas son muy distintas unas de otras: podemos sentirnos incómodos por algo que nos han dicho y que sabemos que es cierto o podemos encontrarnos con animales desquiciados que dirán cualquier dispárente con tal de obtener atención o de causar algún daño.

Creo que hay que estar en un estado de forma mental adecuado para animarse a escribir en público. Yo tarde años en sentir que lo había alcanzado.

También negativa puede ser la experiencia de enfrentarnos a nuestro lado oscuro. El síndrome del impostor y otras inseguridades estarán siempre en el menú.

Yo ahora mismo tomo precauciones, en estas primeras notas sé que soy más vulnerable a las dudas de lo que seré en el futuro. Me centro mucho en el objetivo y me aseguro que soy yo el target de lo que escribo.

Si luego otras personas valoran el resultado, estupendo, pero esto lo escribo para mi, intentando mejorar y disfrutando del input, no del output.


Tardé muchos años en volver.

Espero disfrutarlo más que nunca y también deseo que alguna las personas que acaben leyendo esto se animen a probarlo.

No hay mejor forma de mejorar que leer las opiniones de otros. ¿Qué os ha parecido?, ¿qué podría hacer mejor?. Los comentarios están abiertos por si os apetece contestar.

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Reflexiones

Cómo valorar a otras personas

Antes de empezar

Esta nota recoge una idea escrita para mi y que a la vez comparto con vosotros. No hay nada científico detrás de ella, es pura opinión. No es mi deseo imponer estos pensamientos a nadie.

Si opinas distinto, te invito a que en los comentarios dejes tu opinión de forma constructiva, seguro que tienes mucho que aportar.

No hay mucho más objetivo detrás de esta nota que la de desarrollar por escrito una idea, disfrutar del proceso de dejarla escrita , recogerla en el blog para que el día de mañana pueda repasarla y finalmente darme un chute de dopamina al compartirla en mi Twitter.


Empiezo lanzando estas preguntas:

  • ¿Quiénes son tus ídolos?
  • ¿A quién detestas?
  • ¿Qué diferencia hay entre admirar o respetar una persona?
  • ¿Sueles compararte con otras personas?

Estas preguntas me ayudan a agrupar los pensamientos que darán forma a esta nota.

Todas tienen en común el haber valorado, positiva o negativamente, a otra persona.

Si además tenemos en cuenta que nuestro bienestar y desarrollo personal dependen enteramente de las relaciones , tal vez sea buena idea pararse un poco a mirar cómo valoramos a las personas con las que decidimos relacionarnos o no.


La fórmula habitual

Los humanos nos pasamos la vida creando atajos, vías fáciles para resolver todo tipo de problemas y situaciones.

En estos tiempos de redes sociales y de exponernos a decenas o cientos de personas por día, es muy útil tener una fórmula rápida de posicionar a otro ser humano en nuestra escala de valores.

La fórmula habitual no es otra que valorar uno o varios logros de los que tengamos información y que sean fácilmente comparables con los de otra persona. No pocas veces somos nosotros mismos esa persona de referencia, pero ya hablaremos de esto más tarde.

El ejemplo que más me gusta para los tiempos que corren es ya todo un clásico: ¿Cuántos seguidores tiene?

La gente sorprendida cuando al rascar se encuentra que no es oro todo lo que brilla.

Sí, me temo que millones de personas están valorando a otras personas con un dato tan lamentable como ese y creo que el caso de Nachter (el de la foto de arriba) es una moraleja perfecta.

No puedo sino sospechar de donde surge esta fórmula, porque tiene mucho sentido darle mucho valor a ciertos logros como a ganar una medalla en las olimpiadas.

El problema es que no todos los logros son iguales. Este último ejemplo me encanta para empezar a exponer mi caso:

Creo que lo valioso del logro en cuestión (ganar una medalla en las olimpiadas) son las acciones que suponemos que han sido necesarias para alcanzar dicho logro.

Nos imaginamos años de entrenamientos, sudor, esfuerzo, lágrimas, sacrificio, etc. Tiene mucho sentido darle valor esto.

Es decir, que lo que valoramos no es realmente el logro, son las acciones que casi siempre están asociadas a alcanzarlo


Acciones, logros y contextos

Siguiendo con el ejemplo olímpico, creo que es normal que ese logro, ese output, nos deje eclipsados. Es una prueba social reluciente de la grandeza un deportista y es mucho más fácil de compartir que la lista interminable de acciones que dieron lugar a ese resultado histórico.

Y aclaremos desde ya una cosa, no pretendo quitar mérito a ningún logro.

Sigo desarrollando mi forma de verlo: Progresivamente voy cambiando la palabra acción por input y logro por output por tener menos carga simbólica.

Yo lo veo así:

((Input A +/- contexto A)) + (Input B +/- contexto B) + 

... + (Input N +/- contexto N)) * suerte = Output

Por partes, creo que cada input se da en un contexto específico. No es lo mismo ir a entrenar en un glorioso día de mayo con el apoyo de tu familia que una oscura mañana de diciembre después de perder a alguien querido. El input es el mismo, el contexto no, y cambia totalmente la escena.

El contexto puede sumar o restar.

Y luego está la suerte. Ya escribiré más de esto algún día, pero mientras tanto, la suerte multiplica. Puede multiplicar por mil o también por cero.

La suerte recoge todas las circunstancias fuera del control de una persona que favorecen o perjudican todo el trabajo realizado de cara a obtener un output específico.

La suerte puede ser esa irregularidad del terreno que hace tropezar a un atleta que acaba lesionándose de forma permanente.

La suerte puede ser que la persona que iba a quitarte la plaza olímpica sea quien se lesionó accidentalmente por una irregularidad del terreno.

Uno acaba alcanzando la medalla, el otro no tiene nada y tal vez los inputs fueran los mismos.

La suerte hace que comparar personas por sus logros sea habitualmente un proceso inexacto o incluso injusto.

Todo lo escrito hasta ahora para defender esta idea subyacente, este principio:

Valora a la personas por sus inputs y no por sus outputs.


¿Qué hacemos con los logros?

Creo que pueden ser buenas referencias para elegir outputs deseables para nosotros. No son una forma ideal de valorar personas, pero los logros son aquello que muchas veces nos hace soñar.

Hay quien dice defiende que no deberíamos tener metas, no me decido yo al respecto, pero sí sé que si optara por ponerme metas específicas buscaría a ver que logros me inspiran.

El «golden buzzer» de los Got Talent, un output en el que llueve confeti dorado.

Los logros ajenos podemos respetarlos y podemos desasociarlos de la persona de la que provienen.

¿No te ha pasado que te gusta la música de alguien que probablemente no te gustaría conocer en persona?


Admirar, respetar y no respetar

Yo propongo valorar de esta manera a las personas

  • Admirables
  • Respetables
  • No Respetables
  • NEDs (not enough data)

Empecemos por lo más obvio: Si no tienes información suficiente, reconócelo. Ser justo valorando personas empieza por aquí, no clasifiques a nadie antes de tiempo.

Admirables

La admiración está reservada para aquellas personas que nos inspiran por sus inputs y el contexto de los mismos.

Yo tengo no pocas personas en esta lista y mientras pienso en ellas y ellos creo que el contexto pesa mucho, en según que casos incluso más que las acciones.

Aquí cada uno aplica su criterio, es un proceso muy personal. Nadie puede decirte que debe inspirarte.

Yo por ejemplo admiro la constancia, la persistencia que tienen algunos a la hora de sumar inputs.

Admiro al que se sobrepone a contextos muy negativos, como los padres de un pequeño que tiene una enfermedad difícil y que igualmente te plantan inputs mejores que los de cualquier otro.

Esta lista te define, recoge y refuerza tus valores y convicciones.

Respetables

No todo el mundo puede ni debe inspirarte.

Gran parte de la gente que conocemos está aquí. A algunos los respetamos mucho, son casi admirables, a otros no tanto.

La respetabilidad es el territorio en el que se desarrollan nuestras interacciones deseadas, porque interactuar con quien no respetas ha de ser algo casual, o al menos, siempre indeseado.

Al ser este un grupo mucho más amplio, los outputs conocidos pasan a ser una fuente útil para clasificar personas.

Esta lista sirve para filtrar con quien queremos hacer cosas y con quien no.

Nuestra calidad de vida se puede ver muy beneficiada si hacemos un buen trabajo al clasificar y elaborar esta lista.

Si nos limitamos a interactuar con personas en esta lista y evitamos a las que no están en la siguiente categoría, la vida es mucho mejor.

No respetables

Aquí entran todos las personas que, si disponemos de información suficiente, no consiguieron entrar en la lista de respetables.

Es fácil en realidad, los tóxicos, los enemigos, los tramposos, los comunistas (jajaja, solo bromeo), los inspectores de hacienda (aquí no bromeo), todos están aquí, todos aquellos con los que no quieras interactuar entran en esta categoría.

Esto es subjetividad pura, no es siquiera una lista racional. Es por eso que no defiendo ni promuevo la cultura de la cancelación. Que tú tengas a alguien en tu lista de no respetables no implica que yo tenga que hacer lo mismo.

Tampoco tiene sentido airear a quién tenemos aquí. El único propósito de esta lista es evitar interacciones indeseadas.

Reclasificaciones

Tenemos que estar permanentemente reclasificando a medida que tenemos más información.

Hay posibilidad de redención para todos o lo contrario.

Creo que hoy en día es muy habitual clasificar a alguien sin información suficiente y me parece especialmente peligros admirar a una persona de la que apenas tenemos información.

Es fácil confundir lo inspirador de un logro con creer que se admirara a una persona.

Podemos valorar positivamente el output de personas que no estén en tu lista de respetables.

Un ejemplo que me inquieta es el de Javier Bardem. Me disgusta profundamente y sin embargo reconozco sus outputs. ¿Me jodió que estuviera en Dune?, mucho. ¿lo hace mal en la película?, lo hace muy bien.

Nadie dice que sea agradable reconocer el mérito de un logro de alguien que no te gusta, pero creo que es importante saber hacerlo para que todo lo anterior funcione.


Las comparaciones

Antes de terminar no me quería dejar de tocar este tema.

Compararse con otras personas (de hecho suele ser con sus outputs 🤦‍♂️) es una fórmula de producir mucha infelicidad.

Son muchos autores los que tocan este tema, está recogido en las 12 reglas para vivir de Jordan Peterson por poner un ejemplo:

Limítate a compararte con quién eras tú ayer.

Duele pensar cuánta gente hay pasándolo por por comparar sus outputs con los de otras personas.

El contexto y la suerte cambian en cada caso. Los resultados que obtenemos ante un mismo esfuerzo pueden ser salvajemente distintos.

Si nos limitamos a intentar ser mejor que ayer tenemos dirección y recorrido para toda la vida. Es así de sencillo.

Conclusiones

Valora a la gente para diferenciarlas:

  • Escojamos con cuidado quienes nos inspiran. Que sean sus inputs y sus contextos lo nos inspiran.
  • Decidamos con quién queremos interactuar y hagamos el esfuerzo de que así sea.
  • Tengamos muy claro con quién preferimos no interactuar.
  • Aseguremonos de tener suficiente información antes de meter a nadie en ninguno de estos sacos.
  • No es lo mismo admirar un logro que admirar una persona
  • No te compares con otras personas y menos aún compares us outputs con los tuyos.

Me he explayado a gusto y termino con lo que ya he puesto en el disclaimer: este texto es para mí, para mis hijos si algún día les apetece leerlo y ya luego para vosotros. Es una opinión, una paja mental capturada en un blog.

Sentíos libres de criticarme con cariño en los comentarios, también podéis ampliar esta visión con vuestras opiniones. Seguro que tenéis mucho que aportar.

Finalmente sabed que me reservo del derecho de mejorar este texto con el tiempo. Me falta práctica, tengo mucho que aprender y practicar a la hora de escribir.

Sabed que por tanto se agradecen las sugerencias en ese sentido, todo lo que me ayude a escribir mejor es bienvenido.

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Declaración de intenciones

No puedo enumerar las veces que, en estos últimos 3 años, he pensado en volver a escribir en Internet.

He visto a amigos y colegas empezar y hacer crecer publicaciones mientras yo no terminaba de animarme porque para escribir y publicar hay que estar con dispuesto a exponerse y yo no lo estaba.

Ahora sí que estoy dispuesto y creo que es importante crear esta nota, en la que quiero recopilar los temas que me gustaría explorar. Es esta una nota que además espero actualizar con cierta regularidad a medida que haya nuevos temas que tocar.

Con suerte este texto me será útil si un día pierdo el rumbo o si me encuentro escaso de inspiración.


Update (19 de mayo 2022): Al releer la nota siento la necesidad de aclarar que los puntos que destaco a continuación son temáticas que me gustaría tratar.

Sin embargo, creo no hago suficiente énfasis en que el objetivo que más me motiva es el de ser mejor escritor y disfrutar del viaje que tendré que recorrer si espero conseguirlo.

Productividad y eficacia

Crear hábitos, mantenerlos y perfeccionarlos.

Probar nuevas técnicas y sistemas para conseguir completar proyectos y tareas con mayor eficiencia gracias.

Descubrir, probar y dominar herramientas que incrementen nuestras capacidades.

Recorrer el camino para convertirse en alguien formidable de acuerdo a la descripción que Michael Seibel hace en este video que descubrí en onboarding que hacían en Sunsama:

One of the things that happens when someone says they’re going to do something and then does it over and over and over again is that you learn that person gets shit done.

And it’s pretty intimidating to work with someone who is constantly getting things done.

Not intimidating in a bad way, but intimidating in way where they demand respect because they get shit done.

When you talk to them you treat them with more respect, you treat their goals with more respect because you think they’re more likely to get them done.

Promover la creación de contenidos escritos

Me tomo años volver a escribir online. Quiero consolidar el hábito, compartir la experiencia y animar a otros a que lo hagan también.

He observado a no pocas personas crecer en una campo determinado haciendo algo tan sencillo como compartir lo que iban aprendiendo.

Creo que es una práctica que ayuda a combatir con el síndrome del impostor y en esto de escribir, nada te frena más que esa voz interior. Tener una actitud similar a la de un aprendiz te ayuda a explorar con humildad y curiosidad.

Senior life (+45 años)

En un par de meses habré cumplido esos 45 años. ¿Qué estrategias debe seguir uno a esta edad?

¿Puedes replantearte tu vida profesional a esta edad y empezar de cero?

Hay pocos contenidos con esta temática. Me cuesta encontrar referentes, personas que florecen profesionalmente a estas edades.

Busco tener ejemplos, ídolos, historias en las que inspirarse para poder lidiar con la crisis de mitad de la vida (certeza absoluta de que ya has pasado el ecuador del viaje).

Legado digital y marca personal

Esto más que un objetivo o contenido, espero que se una consecuencia.

Profesionalmente, ya sé cuánto puede llegar a ayudar un blog, parte de los cimientos de mi trayectoria surgen del blog que mantuve en su día.

Un día no estaré y tal vez pueda dejar escrita alguna nota que les sea de ayuda a mis hijos o a cualquier otra persona.

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Ciencia Ficción

Reimaginando twitter

Ayer por la tarde se confirmó que Twitter aceptó la oferta de Elon Musk que compró la red social por 44.000.000.000 de dólares.

Es un momento perfecto para ponerse a fantasear qué haríamos en términos de producto, si estuviéramos nosotros a los mandos de twitter, al menos me parece más interesante que limitarse a lloriquear o alabar la adquisición.

Esto no pretende ser una predicción, no es más un ejercicio teórico (una fumada, de ahí la foto destacada), soñar con alterar un producto que he estado usando los últimos 15 años.

Empecemos por lo obvio y que todos anhelamos, sin distinción entre los que están a gusto con el cambio de propietario y los que no:

Edición de tweets

La edición de tweets es una funcionalidad que es menos trivial de lo que parece y surgen algunas preguntas:

  • ¿Hay una ventana temporal para la edición? ¿tiene sentido que se pueda, por ejemplo, editar un tweet después de un año?
  • Si un tweet es editado, ¿dejamos que todo el mundo esté al corriente de esta circunstancia marcándolo de alguna manera especial? ¿permitimos ver qué es lo que se ha corregido?
  • Si un tweet que es editado ha tenido interacciones de terceras personas, ¿notificamos a estas personas que el contenido ha sido modificado?

Continuando esta fantasía de ser el nuevo CPO de twitter, yo apostaría por la combinación de tener esa ventana de edición y de siempre marcar si un contenido ha sido editado.

No guardaría los cambios, creo en que todos tenemos el derecho a corregir nuestra posición o nuestra ortografía sin ser juzgados por ello.

Respecto a la duración de la ventana temporal, seguro que con más datos sería fácil determinar cuál sería la ideal, pero sin ellos creo que con 24 horas se cubren la gran mayoría de las necesidades.

Purificación del timeline

El timeline del twitter actual es detestable. Publicidad excesiva, likes de terceros, RTs, sugerencias desacertadas y otros despropósitos nos alejan mucho de poder disfrutar de lo mejor de twitter:

Poder consumir lo que comparten aquellos a quienes seguimos sin que un algoritmo decida qué es más o menos importante.

Si uno quiere contaminar esa experiencia con un Antonio le ha dado like a una mierda imperdonable, que sea como mucho, algo opcional.

El timeline de mis sueños es muy básico: tweets y RTs en orden cronológico exacto, sin adulteramiento algorítmico, sin más criterio de relevancia que la frescura del contenido de aquellos a quienes yo haya escogido leer.

Recalculando Trending Topics

Hay momentos en los que es interesante o útil saber qué contenido esta en auge en twitter en un momento concreto. El problema es que los trending topics son carne de bot.

Lo primero que haría es revisar si realmente necesitamos trending topics y suponiendo que sí, centraría todos los esfuerzos en garantizar que los mismos sean poco manipulables.

Por ejemplo, me gusta la idea de que los trending topics se calculen exclusivamente por interacciones de cuentas verificadas.

Preservaría el carácter orgánico del trending tópico (su espíritu original), algo que surge y se desvanece. Nunca incluiría algo de forma editorial, simplemente registraría el pulso de lo que realmente está ocurriendo.

Intentaría combatir también el efecto forocoches (lo llamo así por ser un máximo exponente nacional). Un conjunto de personas que por su tamaño y capacidad de organización tienen la posibilidad de orquestar movimientos capaces de «crear tendencia».

Lo combatiría detectando y penalizando el clientelismo. Si un conjunto de cuentas tienden a interactuar de forma habitual, a la hora de calcular un trending topic, tendrán menos peso que aquellas que no lo hacen. Requeriría entrenar una IA pero con el tiempo combatiría muy bien la manipulación organizada.

Verificación de cuentas

La verificación de cuentas es una forma de incrementar la libertad de expresión a la vez que exige responsabilidad en el uso de esa libertad.

No sería obligatoria, pero de la misma forma que tu navegador se queja de si una página no tiene los certificados necesarios, la interacción con cuentas no verificadas destacaría esa circunstancia.

De hecho, por defecto y salvo que lo quiera alterar así un usuario, el timeline solo recogerá contenidos e interacciones de cuentas verificadas.

Hay un problema que no sabría resolver y pongo un ejemplo: ¿Cómo verificas la cuenta de alguien que arriesga su vida al compartir ciertos contenidos?

La verificación de cuentas es al fin y al cabo un proceso por el cual una cuenta de twitter se puede vincular con una identidad física.

El problema es cuando esa vinculación, tal vez en un país no democrático, se convierte en una amenaza o un amedrentamiento.

En este último caso, en realidad se reduce la libertad de expresión.

Sospecho que la solución podría estar en manos de otras personas con cuentas verificadas. Una persona que quiera proteger su identidad ante un estado opresor podría recurrir a personas verificadas fuera de ese estado y pedir ser una verificación alternativa pero socialmente validada.

Algunas ideas más

Con la intención de empezar a terminar esta nota, recojo varias ideas sin profundizar en ellas. Son alternativas que no necesariamente implementaría pero que definitivamente estudiaría en este ejercicio imaginario:

  • Pagar para tener una experiencia libre de publicidad
  • Programar la publicación y el borrado de tweets (identificando los contenidos como programados o efímeros).
  • Me cargaba las cuentas protegidas con candado, no suman.
  • Pensar en qué papel, restricciones o condiciones tienen que cumplir las cuentas corporativas.
  • Liberar la API al máximo, acceso total a los contenidos publicados (no a los datos de usuario), que la única limitación sea el número de consultas gratis.
  • Añadiría una «llorería» para los que no vienen llorados a twitter. En principio solo bromeo, pero no me parece tan mala idea, jajaja, ya me imagino la notificación: walterk te ha mandado a llorar a la llorería.

Y seguro que podría añadir más si me pareciera razonable dedicarle otra hora más a esta nota, pero creo os paso el testigo, animaos y escribid vosotros vuestra lista, ¿qué harás vosotros si tuvieseis capacidad plena de modificar twitter a vuestro antojo?.